Dos definiciones de Economía

Ciencia de las relaciones sociales para producir, distribuir, intercambiar y consumir bienes y servicios.
Ciencia del comportamiento social del uso de recursos limitados para satisfacer necesidades ilimitadas.

lunes, 9 de agosto de 2010

Licenciatura en Economía Plan de Estudios 1994 Vigente

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martes, 3 de agosto de 2010

Un concepto de sistema económico

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En este artículo, que proporciona un panorama básico de la evolución del sistema capitalista, se mantiene la confusión sobre los térninos de sistema y modelo económicos. El sistema económico se concibe como un mecanismo, como una institución social. El sistema económico, a nuestro juicio, es una realidad concreta, que tiene leyes de funcionamiento generales, que se materializan de manera específica, en forma de modelo económico dependiendo de circunstancias históricas y geográficas. El articulista se asoma  a la diferencia entre modelo y sistema económico, cuando refiriéndose al predominio económico "europeo y occidental" infiere sin desarrollarla, la existencia de un modelo centro periferia del funcionamiento del sistema capitalista mundial.

A continuación el artículo tomado de wikipedia. Las negrillas, cursivas, sangrías, separación de algunos párrafos y paréntesis para indicar los objetivos del sistema económico, son nuestros para efectos de estudio.

SISTEMA ECONÓMICO

Un sistema económico, es un mecanismo (institución social) que organiza la producción, distribución y consumo en beneficio de una sociedad particular.

La idea de un sistema económico lleva consigo la connotación articulada de partes (principios, reglas, procedimientos, instituciones) armonizadas funcionalmente para la consecución de fines colectivos determinados. Durante esa articulación de partes cada sociedad trata de resolver el problema fundamental económico que es la satisfacción de las necesidades básicas.

Sistema Economico Mundial

Se entiende como sistema económico mundial al conjunto de naciones en el mundo y sus relaciones -predominantemente de carácter económico, aunque no exclusivamente- de manera tal que constituyen un todo organizado. El carácter de organizado se refiere simplemente a la interrelación mayor o menor de los elementos (en este caso las naciones y sus principales agentes económicos) y no implica ninguna valoración de tipo moral o político.

El sistema económico mundial es esencialmente de carácter histórico, desarrollándose en periodos de largo plazo, y ha tenido en el pasado diversos antecedentes, especialmente la pre-existencia de sistemas económicos autárquicos o regionales, más o menos independientes entre sí. Dentro de un sistema económico de naciones es importante determinar cuáles desempeñan el papel de centro o centros, periferia y semi-periferia, de acuerdo con las funciones que como elementos del todo desempeñan.

De acuerdo con autores como Immanuel Wallerstein, a lo largo de la historia moderna (durante los últimos 500 años) algunas regiones o naciones (principalmente los Países occidentales) han desempeñado un papel central, que también puede ser explicado como predominio (económico, pero derivado de ello, también político, cultural, tecnológico, etc.), mientras que otras se han visto incorporadas a la dinámica del sistema como periféricas o semi-periféricas, dependiendo de su modo y grado de interrelación con el centro o centros.

El predominio económico y cultural europeo y occidental en el sistema mundial actual se explicaría en este modelo como consecuencia del desarrollo de un sistema mundial capitalista, cuyas fases, periodos y sub-periodos exactos son más o menos controvertidos por los historiadores, pese a haber una coincidencia general en ubicar su inicio a fines del siglo XV.

A partir de la expansión geográfica de Europa Occidental en el siglo XVI, cuyas razones se explicarían por factores geográficos y socio-políticos de carácter marginal desde una perspectiva global, la producción y concentración de riqueza en los subsiguientes siglos registró una aceleración sin precedentes en otras etapas de la historia en el mundo.

Como resultado, para la segunda mitad del siglo XIX existiría sólo un sistema mundial, dominado más o menos por Occidente (dentro del cual, el sistema comunista durante los dos primeros tercios del siglo XX, constituiría sólo una “caja de resonancia”).

No obstante, este papel de centro podría estar siendo actualmente desplazado no solo en términos geográficos nacionales o regionales, sino en términos de agentes o criterios trans-nacionales (la llamada globalización).

Lo importante de este enfoque sistémico, cuyos partidarios y estudiosos consideran ampliamente respaldado por la evidencia histórica y los rasgos del contexto mundial actual, es destacar que el criterio de central o periférico de las naciones o agentes estaría determinado por la dinámica del sistema mismo, o sea como producción y acumulación capitalista. Esta tiene como rasgo esencial un carácter espiral (Plusvalía como beneficio que se refuerza a sí mismo de manera cuasi-exponencial, no en sentido estrictamente matemático, pero con posibilidad de descripciones cuantitativas, de contarse con los datos históricos suficientes).

La plusvalía tiene en este contexto varias fuentes (explotación o aprovechamiento máximo (según la perspectiva ideológica) de la mano de obra agrícola y manufacturera, control comercial, control financiero, industrialización, innovación tecnológica, colonialismo, etc.) pero siempre ha sido aprovechada, desde una perspectiva internacional, por una minoría de naciones.

Desarrollo histórico

El capitalismo a nivel global inició con la expansión europea en el Atlántico a fines del Siglo XV. El “descubrimiento de América” no fue tal, sino el resultado de proyectos de expansión deliberados, por ejemplo, con anterioridad, las exploraciones portuguesas en África, la conquista española de las Islas Canarias, las empresas comerciales del Mediterráneo por Venecia y Génova. España se propuso crear un imperio a nivel mundial a partir de la ocupación de América. Pero este proyecto falló en Europa, donde aceleró el proceso de competencia entre distintas naciones que se opusieron al dominio católico de Carlos V. El imperio Habsburgo gradualmente se volvió anacrónico ante el surgimiento de estas naciones, que supieron capitalizar los beneficios del colonialismo, con lo cual España cayó en una mera posición de intermediario de la plusvalía.

Holanda se volvió así una potencia comercial para la primera mitad del S. XVII, pues capitalizó su posición geográfica estratégica como cruce del transporte entre el Atlántico, el Báltico y los principales ríos de Europa Central e inició los procesos de comercialización, industrialización, financiamiento e innovación tecnológica a nivel mundial y la secularización y atomización del poder como marco político idóneo para dichos procesos, que posteriormente fueron retomados y acrecentados por Inglaterra y Francia, con sus respectivas particularidades.

Hubo así varias fases de autoimpulso: Capitalismo agrícola, comercial, industrial, financiero, tecnológico. Durante el S. XVII el proceso de capitalismo del mundo económico europeo, lanzado con la revolución de precios del S. XVI, entró en un desaceleramiento que permitió, sin embargo, su consolidación entre las naciones líderes, que reaccionaron al desaceleramiento mediante proteccionismo y políticas de franca competencia (Mercantilismo).

El Liberalismo, como ideología lanzada por estas naciones (segunda mitad del siglo XVIII) presupone la consolidación del capitalismo semi-mundial del siglo XVII.

La consolidación tiene como fundamento una ideología opuesta (el Mercantilismo, o sea el protegerse de las importaciones caras y el forzar las propias exportaciones caras, exceptuando los metales preciosos, para mantener balanzas comerciales favorables que den fuerza al Estado en la competencia con otras naciones).

Sólo cuando los países líderes están consolidados en este sistema, producen una ideología liberal (Adam Smith, Ilustración, etc.) para perpetuar su ventaja competitiva (a nivel interno como clases medias, a nivel externo como potencias hegemónicas).

La Revolución Francesa se explicaría como la rebelión de una clase económica emergente contra un régimen considerado incapaz de competir con el rival inglés, que para la segunda mitad del siglo XVIII comenzaría a mostrar signos de un liderazgo económico claro a nivel global (siendo la llamada “Revolución Industrial” un signo importante).

El nacimiento de Estados Unidos como potencia económica se inscribiría dentro del proyecto capitalista de Inglaterra (no imperial, como el de España con Hispanoamérica más de un siglo antes). Aquí habría que destacar la creación de colonias para explotar recursos de nuevos territorios (exterminando a poblaciones autóctonas, que no tienen lugar en el esquema), donde se asientan europeos con mayor capacidad adquisitiva que poblaciones esclavas importadas para permitir, así, la perpetuación e intensificación de los ciclos virtuosos de incremento en la demanda y la oferta. La independencia de los colonos ingleses en América es política (dentro del proceso de la promoción de la ideología liberal y las luchas en el centro entre Inglaterra y Francia) pero a nivel económico se mantiene una interdependencia con Inglaterra, que así puede concentrar mejor su energía política y militar en empresas coloniales en otros continentes (Asia y África) donde puede aplicar (a diferencia de siglos anteriores) su predominio capitalista, al acentuarse el diferencial económico entre Europa y estos continentes (sobre todo en Asia, donde hasta el siglo XVI, el diferencial era mínimo).

Cómo se explicaría la presencia de Japón en este sistema (actualmente única potencia económica no occidental) o la gradual participación con carácter central de otras naciones no occidentales como China, no ha sido un tema suficientemente analizado por los historiadores y que merecería especial atención al inicio de un nuevo siglo.

LOS SISTEMAS ECONOMICOS (Y SUS OBJETIVOS)

Esta sociedad pretende alcanzar determinados objetivos, cuatro de ellos son básicos en todo sistema económico.

·Eficacia

·Equidad

·Estabilidad

·Crecimiento

EFICACIA.- Se entiende el hecho de hacer un adecuado uso de los recursos disponibles para lograr el resultado esperado.

Cuando una empresa, una secta o un sistema económico logra obtener un máximo de producción utilizando plenamente los recursos con que cuenta, se encuentra en un estado de eficiencia técnica. La eficiencia económica exige además de lo anterior que se produzcan los bienes que la gente desea dados sus ingresos actuales.

EQUIDAD.- Este es a la vez un concepto filosófico y un objetivo económico relacionado con la distribución del ingreso ósea, con la participación de cada individuo en la producción de la sociedad y de cuanto ingreso se ha percibido por la sociedad, entendiendo el ingreso como remuneración a los factores de producción. Aunque no existe un patrón perfectamente aceptado con respecto al modo en que la empresa debe distribuir su producto, en total de bienes y servicios producidos por la sociedad.
Hay tres formas que han sido ampliamente estudiados:

·La forma de contribución

·La norma de la necesidad

·La norma de la igualdad
ESTABILIDAD Y CRECIMIENTO.-Estos dos objetivos económicos tienen una estrecha interrelación. La estabilidad implica en no permitir movimientos bruscos que afecten las condiciones de precio y demás variables económicos. Esto a su vez conduce a un crecimiento económico, definido como un nivel creciente de producción de la economía a lo largo del tiempo, resultado de una serie de medida sobre los sectores. 4 son las variables que constituyen la actividad económica.

PREGUNTAS BASICAS DEL SISTEMA ECONOMICO

Todo sistema económico busca o trata de encontrar respuestas de cuatro problemas fundamentales.

¿qué bienes y servicios debe producir la sociedad?

¿cómo deben producir dichos bienes?

¿para quién debe producir dichos bienes?

Las dos primeras preguntas se refieren al problema de utilización de recursos ósea a la eficiencia. Mientras que la tercera pregunta se refiere a la distribución del ingreso por tanto se enmarca dentro del problema de equidad y justicia.

Las funciones de los sistemas económicos son:

• Decidir qué es lo que hay que hacer, es decir, qué bienes y servicios hay que producir y en qué proporción.

• Consiste en la organización de la producción, conseguir que se haga todo en cuanto se ha decidido vale la pena hacer.

• Es la distribución, el reparto del producto entre los miembros de la sociedad.

• Grupo de funciones que tienen relación con el mantenimiento y las mejoras en la estructura social, o con el fomento del progreso.

• Es la de conseguir el ajuste entre consumo y producción, en cortos períodos de tiempo.

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Un concepto de modelo económico

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Las negrillas, sangrías y separación de algunos párrafos y el comentario inicial son nuestros para efectos de estudio.

Este artículo es un ejemplo de cómo se confunden los conceptos de sistema y modelo económico. El autor se refiere a los sistemas de economía de mercado o capitalista y al sistema de economía socialista, que en su modelo soviético, incluyó la economía centralmente y estatizadamente planificada. Los denominados modelos mixtos, son en realidad sistemas capitalistas que funcionan como modelos de "economía social de mercado", como en el caso de Alemania, después de la Segunda Guerra Mundial. Son expresiones del funcionamiento del sistema capitalista en donde se enfatiza la acción del Estado en el mantenimiento del "equilibrio social", especialmente en lo económico.

Modelo económico
De Wikipedia, la enciclopedia libre

En economía, modelo económico tiene dos significados distintos.
En economía matemática es una representación teórica del funcionamiento pretendido de los diversos procesos de la economía, utilizando variables y relaciones lógicas entre las mismas. Como en otros campos, son representaciones simples que ayudan a la comprensión de sistemas más complicados, a menudo utilizando técnicas matemáticas.

El vocablo "modelo económico" también tiene otro sentido en economía política. En este sentido, se refiere a los conjuntos de procesos sociales y producción dictaminados por el Estado, y busca asegurar la mejor relación posible entre las empresas y las economías domésticas, los principales participantes de la actividad económica.
Sus criterios principales son la homogeneidad, que las normas sean parejas para todos, y la transparencia, que las normas sean conocidas y respetadas por todos.

Se distinguen tres grandes clases de modelos económicos:

La economía de mercado: Se basa en la premisa de que la economía podría autoregularse en forma satisfactoria, y apunta a que la intervención del Estado en la misma sea mínima.

La economía dirigida: Por el contrario, hace que el estado controle todos los aspectos de la vida económica. No permite la existencia de la propiedad privada.

La economía mixta es un punto intermedio entre la economía de mercado y la economía dirigida.
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