Dos definiciones de Economía

Ciencia de las relaciones sociales para producir, distribuir, intercambiar y consumir bienes y servicios.
Ciencia del comportamiento social del uso de recursos limitados para satisfacer necesidades ilimitadas.

jueves, 21 de febrero de 2008

Desaceleración, Recesión

Estamos explorando la diferencia entre los conceptos desaceleración, recesión y depresión. El artículo que a continuación presentamos, nos da indicios para establecer la diferencia, aunque es necesaria una explicación más detallada de la crisis de sobreproducción.

En principio podemos decir que una desaceleración es simplemente una disminución en la tasa de crecimiento de la economía y una recesión es lo mismo por un tiempo más prolongado de dos a más cuatrimestres consecutivos o tendencialmente consecutivos.

Delimitaríamos el concepto de depresión a la situación en que las tasas de crecimiento de la economía no solamente no tienen un crecimiento lento sino que tienen un decrecimiento o si se quiere un crecimiento negativo, por períodos de dos o más cuatrimestres consecutivos o tendencialmente consecutivos.

Es como un termómetro de la gravedad de la enfermedad de la economía capitalista que se desenvuelve en crisis por ciclos. Los conceptos de crisis y ciclo económico los exploraremos posteriormente.

El artículo sobre la recesión en Estados Unidos de América, a continuación:


Desaceleración, recesión y depresión
Israel Benavides Cerros
END - 21:02 - 07/02/2008

P.h. D*

La desaceleración, la recesión y la depresión son procesos inherentes a la economía de mercado y representan fenómenos económicos que se caracterizan por una alta cuota de sacrificio para la población, con la desaceleración, como su misma palabra lo indica, la economía se desacelera, no se estanca, pero crece de manera más lenta.

Se había estimado que el producto crecería un 5% en Estados Unidos, pero el estallido de la burbuja inmobiliaria y su correspondiente efecto derrame en el mercado bursátil desmontó el pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ahora pronostica tan solo un 1.9% de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), estamos frente a un proceso de desaceleración.
¿Qué puede evitar la recesión y aun más la depresión?

Si los paquetes fiscales de 100 mil millones de dólares para las personas que tienen un ingreso superior a 75 mil dólares al año y los 50 mil millones entregados a las empresas aunado a la disminución de las tasas de interés activas crean un efecto positivo enviando un mensaje de tranquilidad a la población, como tal parece que está sucediendo, probablemente la economía Norteamericana se quede en un estado de desaceleración que implica un crecimiento de la producción por debajo de su nivel potencial.

Tal situación no es tan trágica, sin embargo, a cualquier economista que tenga algún sentido verosímil de la historia sobre la gran depresión de los años treinta debería producirle escalofríos, sobre todo a aquellos que creen de manera muy equivocada que el
“ciclo económico es obsoleto”.

Sin embargo, si la economía logra caer en una curva de pendiente negativa, es decir su crecimiento es por ejemplo -2 o -0.8, por ejemplo, y esta situación se prolonga por tres trimestres hasta un año estamos frente a una economía en franca y abierta recesión.

Un crecimiento negativo prolongado del Producto Interno Bruto (PIB), es considerada depresión, como por ejemplo la gran depresión en Estados Unidos en los años 30 del siglo pasado, su génesis se dio con la caída del mercado bursátil en 1929 y con efectos devastadores en el mercado de bienes raíces, la banca, la industria, se liquidaron a los trabajadores y las empresas cerraron de manera masiva.

Los efectos de la gran depresión en Estados Unidos se prolongaron a lo largo de la década de los treinta y tuvo efectos “letales” en toda la economía mundial. La gran depresión y sus consecuencias sobre la producción y el empleo dieron como resultado el triunfo de la teoría keynesiana sobre los economistas marginalistas de los años XX, quienes propugnaban una economía de oferta bajo el paradigma de que una economía de mercado libre de fuerzas extrañas (las del estado) se conducía a la consecución de equilibrios automáticos, inclusive en el mercado de trabajo.

Las causas de la gran depresión han sido trastocadas desde diferentes puntos de vista y por diversas escuelas de pensamiento hasta nuestros días. El punto de vista neoclásico dominante acerca de las causas del colapso de 1929-1933 privilegia la importancia de los accidentes –shocks externos– porque se asume que el sistema era esencialmente estable. Otros como Romer destacan los esfuerzos del gobierno federal para equilibrar el presupuesto fomentando el recorte en la demanda agregada durante una recesión. Mientras que Milton Fredman acusaba en los años 60 a la reserva federal por el recorte en la masa monetaria en una economía en recesión.

Jhon Kenneth Galbrait considera que no se pueden establecer grandes diferencias razonables entre estos tres términos más allá del deseo de evitar que el pánico se apodere de la población.

Particularmente soy partidario de la tesis Marxista según la cual el exceso de acumulación capitalista, la competencia y el antagonismo entre clases conducen al sistema a expandirse más allá de sus posibilidades, a acumular en demasía ayudado e instigado por el sistema crediticio, lo que naturalmente conduce a una crisis del sistema, y lo más importante es que estas crisis en pleno siglo XXI son una realidad incuestionable y las contradicciones internas del sistema son en esencia los factores disparadores de estos fenómenos

*Catedrático- Investigador de la Escuela de administración comercio y finanzas – Upoli

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