En este artículo vamos a explicar qué son los mercados de competencia imperfecta y cuáles son sus principales tipos en microeconomía. Los mercados de competencia imperfecta son aquellos en los que los agentes económicos (ofertantes y demandantes) tienen algún grado de poder de mercado, es decir, capacidad para influir en el precio y la cantidad de equilibrio. Esto implica que la curva de demanda que enfrenta cada oferente no es horizontal, sino que tiene pendiente negativa.
Los mercados de competencia imperfecta se clasifican según el número y el tamaño de los oferentes y demandantes, el grado de diferenciación del producto y la existencia o no de barreras de entrada y salida. Los principales tipos de mercados de competencia imperfecta son:
- Monopolio: es el mercado en el que hay un único oferente que ofrece un producto sin sustitutos cercanos. El monopolista tiene un gran poder de mercado y puede fijar el precio por encima del coste marginal, obteniendo beneficios extraordinarios. Las barreras de entrada son muy elevadas y evitan la entrada de competidores potenciales.
- Oligopolio: es el mercado en el que hay unos pocos oferentes que ofrecen productos homogéneos o diferenciados. Los oligopolistas tienen un poder de mercado moderado y pueden fijar el precio por encima del coste marginal, obteniendo beneficios extraordinarios. Las barreras de entrada son elevadas y dificultan la entrada de nuevos competidores.
- Competencia monopolística: es el mercado en el que hay muchos oferentes que ofrecen productos diferenciados por características, calidad, imagen, etc. Los competidores monopolísticos tienen un poder de mercado limitado y pueden fijar el precio por encima del coste marginal, obteniendo beneficios extraordinarios a corto plazo, pero no a largo plazo. Las barreras de entrada son bajas y permiten la entrada y salida libre de competidores.
Estos son los principales tipos de mercados de competencia imperfecta en microeconomía. En cada uno de ellos se analiza cómo se determina el equilibrio, el bienestar social y las posibles políticas públicas para mejorar la eficiencia.